Conocé nuestra historia | Dalfonso web

Conocé nuestra historia

Dr. Pedro G. D’Alfonso

1907 / 1996

Saber quién fue el Dr. Pedro G. D'Alfonso implica relatar -a nuestro entender- una historia personal fascinante desde sus orígenes.

Desde su Milán natal y en barco -como tantos inmigrantes- D´Alfonso llegó a la Argentina con 17 años de edad. Acompañado por sus padres y sus nueve hermanos, los veinte días de travesía cruzando el océano le fueron suficientes para aprender el idioma español.

En su adolescencia, tempranamente convencido de su vocación humanista, ingresó en la carrera de Filosofía, formación en la que más tarde se doctoró. Encontró en esta ciencia la posibilidad de estudiar lo más humano del ser humano. D´Alfonso siempre decía: “Toda persona conlleva una misión única y particularísima a despertar”.

Sin embargo, por su genuina avidez por el conocimiento, las humanidades no fueron suficientes y es así como incursiona en las ciencias matemáticas, estudiando Economía.

Filósofo y economista, D´Alfonso fue reflejo fiel de una verdadera necesidad de integrar visiones partiendo de una cosmovisión bio-psico-socio- espiritual del hombre.

Buscador incansable de las profundidades del alma, fue en el estudio del inconsciente personal -y colectivo- donde se sumergió para indagar el misterio del ser humano.

Su visión antropológica integradora, sus dones superiores de conocimiento, su destacada intuición y comprensión del ser humano, guiaron su interés por profundizar en el estudio científico de la personalidad.

A través de un análisis metódico y estadístico de los símbolos gráficos -la escritura y el dibujo- D’Alfonso adquirió renombre internacional ampliando el Test Wartegg en 32 cuadros, técnica proyectiva utilizada para el estudio e interpretación de la personalidad. También llegó a convertirse en uno de los grafólogos más reconocidos y respetados de su época.

El mundo de la educación también lo cautivó. Se desempeñó como profesor del nivel medio y universitario, dirigió varios institutos educativos y participó en la creación de la carrera de Psicología en la UCA.

Testigo de varias épocas, D´Alfonso supo acompañar con su evolución científica y personal los cambios que se fueron gestando. En el año 1953, fiel a su propósito de ayudar a las personas a despertar a su vocación personal, creó el Instituto de Psicología Aplicada. Allí se desempeñó como consultor vocacional, tarea a la que consagró su vida personal y profesional, guiado por una única misión: acompañar a las personas en el descubrimiento de su originalidad para construir su propósito y alcanzar así una vida con sentido.

Lic. María de los Ángeles Gavilán

A lo largo de su trayectoria profesional, y más aún cuando fue arribando a su edad adulta, el Dr. D´Alfonso buscó reunir a su alrededor a jóvenes profesionales que lo acompañaran en la tarea de la orientación vocacional.

Es así que, en el año 1985, luego de un casual y sincrónico encuentro en la ciudad de Mar de Plata, D´Alfonso decide incorporar a su staff de profesionales a la Lic. María de los Ángeles Gavilán, una joven y entusiasta psicóloga, recientemente recibida en la Universidad Católica Argentina.

En un principio, D´Alfonso y María de los Ángeles, transitaron una relación de mentor y aprendiz, para luego pasar a ser maestro y discípula, llegando a alcanzar un vínculo único que trascendió la experiencia humana.

Compartieron un mismo ADN, el ADN vocacional que los convocaba y los conmovía profundamente. Ambos testigos del valor del “llamado” y de la alegría de sentirse desafiados para trabajar a favor del alma humana.

Luego de quince años de trabajo juntos, el Doctor D´Alfonso decide retirarse de la actividad profesional, y le pide personalmente -en el año 1993- continuar su legado institucional y los derechos de autor. Convencida de la misión legada, en el año 1993 María de los Ángeles crea el Centro de Orientación Integral Dr. P.G. D'Alfonso, marca registrada en agradecimiento a quien fue su maestro. Abrazando la cosmovisión fundante e inspiradora, María logró transformar el modelo de trabajo, siempre atenta a los signos de los tiempos y las necesidades que plantea la sociedad y la comunidad.

“Siempre estuve convencida que quería trabajar con lo sano y saludable de las personas, con su potencial personal y lo más original que habita en cada uno. Trabajar para las personas me convoca a la revisión y reinvención permanente, a vivir en lo más esencial que hay en mí y a sentirme interpelada en la conciencia de mi propósito y sentido de vida”, recuerda María de los Ángeles de aquellos primeros pasos como discípula del Doctor.

“Tres mudanzas en veinte años de trabajo. Tres lugares que fueron creciendo sucesivamente en tamaño, pero manteniendo siempre la convicción de seguir sumando profesionales al proyecto y armando equipos de trabajo, porque soy una convencida de la fuerza exponencial y multiplicadora de las personas cuando trabajamos juntas alineadas por un mismo propósito”.

“Si hay algo que verdaderamente disfruto en esta vida, es estar en el backstage de los procesos de transformación de los otros. Guiar y dar mis aportes a equipos de trabajo; orientar a jóvenes, adultos y familias; acompañar a mis alumnos en su evolución profesional, han sido -y son- el centro de mi desarrollo vocacional”.

D’Alfonso como Organización

Hoy, revisando nuestros 60 años de historia, somos conscientes de nuestra continua y sostenida evolución. Nos gusta pensar que somos inspiradores de la evolución. Buscamos la transformación en nuestra organización y en los otros.

A lo largo de los años fuimos acompañando los avances científicos y tecnológicos; los cambios culturales, sociológicos, educativos y generacionales. Fuimos creciendo con las circunstancias y recreándonos frente a los desafíos que plantean las diferentes épocas vividas.

La complejidad y la imprevisibilidad del año 2020 nos empujó a reinventar nuestra forma de trabajo, dando un paso más: nos convertimos en orientadores digitales. Gracias a la virtualidad, las diferentes propuestas de servicio pudieron llegar a jóvenes y familias de diferentes lugares del país y del mundo. Descubrimos y aprendimos que la tecnología nos acerca a las nuevas generaciones y podemos seguir creando vínculos significativos con ellas.

Queremos seguir sintonizando con el contexto y promoviendo puentes de intimidad en tiempos de globalización. Por eso, decidimos desarrollar el Portal D’Alfonso, una experiencia de aprendizaje y co-creación; una comunidad de intercambio y vínculos significativos; un lugar para despertar vocaciones que aporten al mundo.

FIN.